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Tus pensamientos: ¿vibran a favor o contracorriente?

Vives en este mundo percibiendo todo lo que existe a través de los sentidos, la mayoría de los seres humanos nunca se ha preguntado como es ese proceso de manifestación, cómo se puede ver, sentir, oler o tocar algo.

Es como saborear un pastel sin saber como se cocinó previamente, antes de la existencia en el plano físico, todo lo que percibes, incluso tu mismo, eran pensamiento-vibración y luego pensamiento-forma y por último forma, lo que vemos o percibimos en esta dimensión física.

Antes de existir en la tierra existías en un plano expandido eras un ser de energía pura y positiva, que pensó y proyecto su conciencia en tu yo físico, así naciste, vives en este plano como tu Ser interior en el suyo. Es así como primero fuiste idea pensada e imaginada que llegó a convertirse en una realidad física, que sigue conectada con su yo no físico, aunque te hayas olvidado de ello.

En resumen eres una extensión de la fuente o lo que llamas Dios, que también experimenta gracias a ti, a través de ti y contigo esa expansión en tu plano físico.
Si entiendes este concepto, comprenderás que todo lo que vives o experimenta es creado por ti mismo, cada pensamiento que refuerzas una y otra vez terminará por crear tu realidad.

El problema es que al haber olvidado esto, piensas que todo lo que te pasa es causa externa incluso llegas a culpar a Dios de tus males, cuando todo lo que te sucede no es más que tu propia obra.

Acepto que esto es muy fácil de comprender en el papel, pero a la hora de la verdad se nos olvida con mucha facilidad, son tantos años de hacer las cosas contra la corriente que estamos más acostumbrados a remar y hacer que la vida sea una lucha constante, que dejar que el río nos arrastre a su favor.

Con esta analogía del río, lo que quiero explicar es que cuando haces una petición, siempre está a favor de la corriente. Ahora tu cerebro te dirá que esto es una falacia, porque pides constantemente pero no ves los cambios o no logras lo que deseas aunque lo repitas mil veces.nodebo

La pregunta es ¿de que maneras pides? ¿en que te centras? Miras los aspectos positivos o negativos de tu situación, porque la corriente del río no distingue por ti, sólo recibe una vibración y es en función de ella que manifestará.

Pondré un ejemplo: “Te han notificado que tienes una enfermedad grave”

Lo primero que sentirás es miedo, (si tienes un gran deseo de vivir) porque si ya no estás interesado en seguir viviendo el malestar será menor. La emoción que sientes te revelará la rapidez con la que fluye tu río y en que dirección vas.
Tienes que prestar atención a tus pensamientos y ver si van a favor o en contra de la corriente.

Si piensas: 

Es un diagnóstico muy grave. Pocos vencen esta enfermedad. No me cuidé lo sufisciente. Porque me a pasado a mí. Que mala suerte tengo, etc

Es fácil percibir que son pensamientos de resistencia y van contra la corriente, ahora fíjate en estos:

Puedo superarlo. No voy a dejar que esto pueda conmigo. Todavía no estoy preparado para irme. Voy a triunfar.

Quizás pienses éstos van a favor, pero te equivocas, también crean resistencia, porque afirmas lo que no quieres, sigues teniendo una vibración de lo “no deseado”, tu creencia de que has de superar la enfermedad te hace ir contra la corriente y alejarte de la solución.

Observa estas ahora estas afirmaciones:

Este diagnóstico me ha incitado a pedir más bienestar. Esa parte mía más Extensa, mi Ser Interior, ya ha alcanzado la salud y está mejor que nunca. Seguiré evolucionando y pediré más. La Corriente actual se mueve hacia mi Bienestar y es inevitable. No hay razón para que me esfuerce por nada de esto.

¿Ves la diferencia?, la clave está en saber diferenciar la emoción, cuando una afirmación te relaje o te haga sentir mejor irá a favor de la corriente de tus deseos.

Otra cuestión es la impaciencia, la manifestación física de tu bienestar no será totalmente evidente de manera inmediata, cuánto mas te preguntes por tu mejoría más seguirás postergándola, porque sigues estando en la vibración de “estar enfermo”.

Lo que se pretende es encontrar una leve mejoría en tu estado de ánimo, esto es un ejercicio a poner en práctica diariamente con las distintas situaciones que vives en tu día a día, prestando atención en cómo te sientes, de esta formas irás entrenando tus pensamientos a ir a favor de la corriente, siempre haciendo incapié en el estado emocional, de esta manera irás forjando los cimientos para lograr una recuperación física, no intentes controlar ni el cómo, ni el cuando.

Aunque no logres la mejora física inmediata, mejorarás tus emociones y eso es lo que importa.

Fuente: «El increíble poder de las emociones» de Esther y Jerry Hicks

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