Perdonar es como apagar la televisión
El perdón es uno de los pilares fundamentales de un curso de milagros y lo encontramos escrito de varias maneras en el libro, como maneras y situaciones percibimos en nuestras vidas, esto es una estrategia para que vayamos asimilando este concepto. Hasta que no aprendamos a reconocer que el contenido es el mismo en todo, independientemente de la forma en la que se presente, el perdón tendrá alguna resistencia.
No olvidemos que el ego es experto en camuflarse, intervendrá cada vez que pueda en esta práctica, la identificación con un cuerpo separado de Dios es muy grande y muchas veces nuestra mente nos pondrá zancadillas, cada vez que las enseñanzas del curso se acerquen más a la liberación de la ilusión, el ego más tratará de boicotear todo lo que perciba como amenaza, esto incluye creencias del pecado, la culpa, el miedo. Esto es advertido ya por el propio curso.
Todos tenemos mentes divididas, lo que significa que una parte de nosotros quiere en realidad aprender este curso, mientras que la otra parte se resiste con uñas y dientes.
Lo primero que deberíamos hacer es olvidarnos del concepto que tenemos de perdón, puesto que es una idea asociada al ego.
El perdón no es más que reconocer que el mundo físico no es real, que lo que vemos es una ilusión creada por nuestros pensamientos, lo que percibimos es una interpretación juiciosa basada en experiencias, conceptos, programas, creencias propias y heredadas, de las cuales la mayoría de veces ni siquiera somos conscientes.
El perdón no deja de ser la herramienta para salir de esa ilusión, si vamos al cine o vemos una película en la tele, podemos identificarnos con los personajes y con el contexto, experimentamos un montón de sensaciones físicas, podemos llorar, asustarnos, sentir miedo, odio, pero cuando termina, se enciende la luz y respiramos profundo, nos secamos las lágrimas, comentamos el film y al rato nos hemos olvidado de lo que nos había provocado porque sabíamos que “no era real”. ¿Te imaginas a alguien que se pase el día llorando por haber visto una película triste o que se pelea con el de enfrente por que está viendo un film violento?, ¿de risa verdad?, simplemente tiene que apagar la tele y entender que es ficción y por tanto, no puede perturbar su paz ni influir en su vida.
En la vida que llamamos “real” es lo mismo, vamos a poner un ejemplo mediático “ el maltrato a los toros”, un escenario en el que tenemos a gente que está a favor y gente que está en contra. Supongamos que estamos en contra, nos puede causar indignación, pena, horror…
Podemos encontrar mil respuestas desde el ego, incluso disfrazadas tras la espiritualidad, “somos personas espirituales, no podemos permitir esto”, «no podemos tolerar el maltrato», etc. (hay muchos argumentos de este tipo rodando por los blogs anti taurinos) o también podemos aplicar el perdón y salir de la ilusión.
“La ira nunca será justificada. El ataque no tiene fundamento. Con esto comienza uno a escapar del miedo y con esto es también como lo logrará”.T.30.VI.1,2,3,4
La mente está proyectando su contenido en esa escena, el objetivo que tenemos en la vida es ser felices, si hay indignación o enfado sólo generamos resentimiento y eso obstaculiza la felicidad y quita la paz. Esa escena que veo esta ahí para recordarme que la injusticia puede ser real, elijo perdonar esa situación y perdonarme por todo lo injusto que creo haber sido, sólo puedo ver lo que hay dentro de mí, elijo a los milagros en lugar de los resentimientos.
Si somos capaces de permitirnos ver con los ojos del espíritu, el perdón se nos hará cada vez más sencillo y nos mostrará que siempre hay otra manera de ver las cosas, a las personas y a nosotros mismos, es un ejercicio constante, porque vivimos bombardeados en los medios y en la vida cotidiana por mensajes que perturban la paz y nos hacen caer constantemente en la «tentación” de buscar las respuestas en lo físico y material.
Y para ayudarnos un poquito a trabajar el perdón, aquí unos ejercicios de Moz para practicar el perdón.
*No conozco el significado de nada, incluido esto. No sé, por lo tanto, cómo responder a ello.
*No me valdré de lo que he aprendido en el pasado para que me sirva de guía ahora.
Lección 46
*Dios es el Amor en el que te perdono ( a tí )
*Dios es el Amor en el que me perdono ( a mí )
*Dios es el Amor en el que perdono esta situación ( a esto o aquello )
*Te entrego al Espíritu Santo como parte de mí mismo.
*Sé que te liberarás, a menos que quiera valerme de ti para aprisionarme a mí mismo.
*En nombre de mi libertad elijo tu liberación porque reconozco que nos hemos de liberar juntos.
*Deseo que éste sea un instante santo para mí, a fin de compartirlo con mi hermano, a quien amo.
*Es imposible que se me pueda conceder a mí sin él o a él sin mí. Pero nos es totalmente posible compartir ahora.
*Elijo, por lo tanto, ofrecerle este instante al Espíritu Santo, para que Su bendición pueda descender sobre nosotros, y mantenernos a los dos en paz.
La práctica del perdón nos ayudará a tener una mente cada día más recta y un espíritu feliz. Seguimos en el camino.

Crecer, vivir de forma sana y saludable, conectar con el Yo interior… es un camino que debemos hacer nosotros mismos, pero no estamos solos.