Los Mantras son herramientas muy poderosas. ¿Cómo y cuándo usarlos?
Hace unos años una amiga me regaló un anillo hindú que tenía grabado unos símbolos, me dijo que era el Om Mani Padme Hum, un mantra budista, «hazlo girar en tu dedo y repítelo 108 veces al día, te ayudará a centrarte».
Había adquirido el hábito de hacerlo con frecuencia, cuando viajaba en el metro, cuando estaba aburrida, cuando estaba nerviosa… y el hecho de tenerlo en el dedo era como un recordatorio. En el transcurso de una excursión perdí el anillo, me sentí muy desolada porque le tenía mucho afecto, pero también en ese momento me dije, «pues ya ha cumplido su misión, espero que el que lo encuentre le de el mismo uso».
Aunque esto es anecdótico, la cuestión es que esas sílabas se quedaron siempre revoloteando en mi cabeza y cada vez que me sentía agitada o perdía mi paz repetía el mantra, hoy día lo utilizo mucho para meditar o relajarme.
Un mantra es una frase o sonido que ayuda a liberar tu mente, ese es el significado etimológico.
Cuando repites un mantra estás emitiendo una vibración que producirá un efecto a nivel energético, con lo cual ese sonido interactúa con todo tu ser a nivel físico y a nivel cuántico.

Símbolo del mantra Om
Estamos más familiarizados con los mantras hinduístas o budistas, pero quizás no seas consciente que el «Amén» o el «Aleluya» son también mantras propios del cristianismo, si alguna vez has ido a misa o has visto alguna bendición papal en la tv, puedes ver lo fuerte y contundente que suena un «Amén» pronunciado por un colectivo de gente, igual que un «Om» o un «Shanti».
Como ves, en todas las culturas se utilizan combinación de sílabas o palabras que vibracionalmente tienen un poder transformador. Actualmente está muy de moda el «Hoʻoponopono», otro mantra, pero de origen hawaiano, los indios también conectaban con la madre naturaleza y con los dioses a través de cantos sagrados.
¿Cómo funcionan los Mantras?
El mantra es un medio para lograr lo que deseas, no debe preocuparte el cómo, sino vivir la experiencia y permitir que tenga su efecto.
Hay algunas cosas que tienes que tener en cuenta, primero elegir un mantra que te haga sentir bien, que al pronunciarlo vocal o mentalmente te resulte agradable o placentero, que sientas que tu vibración sube, los mantras tienen su significado, puedes elegirlo también por ese motivo dependiendo del propósito que tengas.
Es preciso que al repetirlo lo hagas con un objetivo en mente que desees realmente, ya sabes que todos estamos conectados y todo lo que hay en el universo, incluido tú, comparten la misma materia y energía. Al repetir el mantra con una intención, la onda vibratoria se expande y se conecta con el universo, aumentando la intención de tu deseo para alinearse con la fuente haciendo que así, esa deseo, empiece a fluir hacia ti.
Como dijimos, el mantra es el medio de transporte, si tú quieres desplazarte de un sitio a otro coges un autobús, un coche o un tren y no te preguntas cómo funciona ese medio de transporte, sabes que es el idóneo para lograr tu objetivo: Llegar al sitio deseado.
El mantra es ese vehículo, cuando lo recitas, que debe ser rápida y rítmicamente, estás haciendo alquimia del verbo, es la transformación o transmutación a través de la palabra, así que no te tomes a la ligera el poder de los mantras, ya que estos funcionan tanto si eres consciente como si no.

Crecer, vivir de forma sana y saludable, conectar con el Yo interior… es un camino que debemos hacer nosotros mismos, pero no estamos solos.