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Escuchar es la mejor manera de ayudar

Una de las cuestiones que a veces se nos olvida en la vida espiritual es que hay un camino para cada uno y nadie puede guiar a los demás en sus propios senderos y nos sucede con frecuencia, sobre todo en el entorno familiar o con amigos muy cercanos.

Cuando hacemos esto, sin querer, nos situamos en una posición controladora o de falsa moralidad, en vez de respetar la sabiduría interior que cada persona tiene y desde la que cada uno debe hacer sus procesos y tomar las decisiones cuando lo sienta.

univergiaLo mejor que podemos hacer para ayudar a una ser querido es escucharle, y escuchar nuestro corazón, y si tenemos que decirle algo, tiene que ser desde la paz o la neutralidad, porque la mayoría de las veces las decisiones no se toman por miedo, pero en el fondo de su ser saben lo que tienen que hacer. Escuchar a los demás sin pensar en «dar consejos» o de imponer nuestro punto de vista, es un trabajo que puede darnos grandes satisfacciones y que se puede aplicar en varios aspectos de nuestras vidas, hay que aprender a ser receptivos.

Cuando escuchamos sin pensar en qué vamos a decir, nos transformamos en personas emocionalmente más maduras, somos capaces de conectar con los demás a un nivel más profundo o espiritual y eso se traducirá en nuestras relaciones siendo mejores en los roles que cumplamos como padres, esposos, amigos, etc.

Aprender a escuchar nos hace más intuitivos, cultivamos la paciencia, nuestra percepción energética se amplifica siendo capaces de entrar en sintonía con el otro y de armonizarnos con la vida.

No seamos intolerantes y aceptemos que puede haber distintos puntos de vista sobre una misma situación y que los problemas se presentan para enseñarnos a crecer y muchas veces son necesarios para que veamos los recursos que tenemos en nuestro interior para poder resolverlos. Como indica UCDM L90 (libro ejercicios)

«Hoy quiero darme cuenta de que el problema es siempre alguna forma de resentimiento que quiero abrigar. Quiero comprender también que la solución es siempre un milagro al que le permito ocupar el lugar del resentimiento…. E invito a la solución cuando perdono la causa del resentimiento y le doy la bienvenida al milagro que entonces ocupa su lugar.»

«Los problemas pueden ser milagros disfrazados» y todos tenemos la capacidad interior de resolverlos, por eso, si queremos ayudar realmente a los demás, prediquemos con el ejemplo en nuestras acciones y decisiones, enseñemos a través de la coherencia y no de la imposición y sobre todo ayudemos escuchando, que es un acto enorme de generosidad y amabilidad.

Fuente:» En sintonía» de Agustín García Andrade

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