Comprender la ley de la impermanencia te cambia la vida
Una de las leyes Universales es la ley del ritmo o de la impermanencia, en el universo, dónde todo está en constante movimiento y evolución, sabemos que la energía no se extingue, sino que se transforma. En nuestra vida cotidiana estamos rodeados de ciclos repetitivos y ordenados, el día y la noche, mareas altas y bajas, las fases de la luna, las estaciones del año, la vida y la muerte misma…, todo es un constante retorno al origen para que una vez finalizado, comience de nuevo.
Nosotros mismos estamos en constante cambio físico y mental, si haces una retrospección y te visualizas hace 10 años, ¿cómo eras físicamente?, ¿cuáles eran tus deseos o motivaciones?, ¿cuáles eran tus metas? Ahora vuelve a tu “Yo” de hoy… has cambiado, ¿cierto?
Aún así, sabiendo que nada termina y que siempre hay un nuevo comienzo, el miedo al cambio es inmenso. Para el budismo, la impermanencia hace que no sea posible encontrar seguridad ni certidumbre absoluta, incluso en el más próximo futuro.
Piensa en esto: cuando te vas a dormir, ¿dudas que al otro día habrá un nuevo amanecer?. ¿Estas aterrorizado pensando que quizás no salga el sol? No, ¿verdad? Tienes la certeza que mañana habrá otro día.
Entonces, ¿por qué te resistes a soltar aquello que te hace sufrir? Sabes que estás experimentando y atravesando un ciclo, aunque quizás aún no eres consciente que es el momento de atravesar esa frontera, porque estás dejando atrás formas mentales viejas y todo a tu alrededor se transforma. Es el momento de liberar apegos, de disolver relaciones que no apoyan el crecimiento y de ajustar emociones.
No tengas miedo a esto que te pasa, estás creciendo interiormente, es el momento de renovarse y lo sabes en lo profundo de tu corazón, es momento de limpiar la casa para que entre la brisa nueva. Vacía los armarios de asuntos pendientes, sacude el rencor de las alfombras, aquí no sirve reciclar, tira todo lo viejo y abre puertas y ventanas para que entre lo nuevo.
Puedes aceptarlo o no, pero recuerda que nada es permanente. Puedes fluir con los cambios y disfrutar de la vida, o puedes quedar atrapado en tus antiguos esquemas mentales, hábitos, relaciones, sentimientos y momentos dolorosos que te impiden seguir avanzando.
En el método Sedona enseñan que soltar es tan fácil como coger fuerte un lápiz en la mano y luego abrirla, tu mano no opone resistencia, se abre y el lápiz cae. Ahora me dirás que eso es fácil pero lo otro no lo es tanto… Siempre eres tú el que ejerce el control, sobre tu mano y sobre tus emociones.
Soltar es abrir el grifo interior, es dejar de mantener reprimidos los sentimientos y permitir que afloren, sólo hay 3 pautas:
- Decidir liberar un sentimiento no deseado.
- Aceptar el sentimiento y dejar que la emoción exista.
- Sumergirse en el núcleo de la emociones.
Entre las principales cosas a las que nos aferramos y motivos por lo que lo hacemos encontramos:
- Relaciones.
- Adicciones o hábitos.
- Emociones negativas (enojo, resentimiento, culpa, etc.).
- Imagen negativa de nosotros mismos.
- Eventos y recuerdos del pasado que nos causan dolor.
- Dinero o cosas materiales.
- Esperanzas sin sentido, que no están basadas en la realidad…
- El miedo al cambio y a lo desconocido, que creemos que seremos incapaces de manejar o enfrentar.
- No queremos perder algo que nos gusta y nos causa placer efímero y/o superficial.
- Somos muy rígidos y esta rigidez nos da, equivocadamente, la sensación de control y poder.
- Un sentimiento de apego exagerado y negativo, proveniente de cuando éramos bebés.
- Una baja autoestima que nos inmoviliza ante lo negativo.
- La incapacidad de imponernos a las emociones que nos proyectan otros (culpa, miedo…)
¿Por qué te empeñas en que las cosas sean como tú quieres, si los elementos o circunstancias no son los adecuados para que así sea?. ¿Por qué luchar para mantener algo que se está cayendo por su propio peso?
Como dijimos anteriormente, los finales son los comienzos de algo nuevo y así seguirán los ciclos, es importante que aprendas a disfrutar del ahora, recuerda que la mente es la que crea todo lo que ves y lo que vives y lo que hoy te parece una montaña, mañana será un grano de arena.
Deja ir, deja fluir, sé la arena que se escurre entre los dedos y no los dedos que quieren apresar la arena.
Fuentes: Inteligencia del alma de José María Doria.
Método Sedona de Jack Canfield
http://www.crecimiento-y-bienestar-emocional.com/soltar.html

Crecer, vivir de forma sana y saludable, conectar con el Yo interior… es un camino que debemos hacer nosotros mismos, pero no estamos solos.