Cada partida nos tiene que dejar lecciones
El 16 de diciembre falleció mi madre. Tenía un cáncer cerebral severo, pero su deterioro obedeció a la terrible sentencia médica de la cual no pudo recuperarse.
La inhumanidad de la medicina actual, la alopática, la alternativa, la homeopática, donde ven a cada paciente como un objeto generador de ganancias pese a su enfermedad, era algo por lo que teníamos que pasar, porque sin lugar a dudas lo atrajimos y me deja tres lecciones inmensas:
La primera, es que vivimos en una era de miedo, en donde nos piden que confiemos en todo, menos en nosotros mismos y esa confianza tiene un precio que sin embargo no necesariamente nos sanará.
La segunda, es el poder de la palabra y de los pensamientos. El día que a mi madre le diagnosticaron su enfermedad y la manera cruel como el médico la abordó, ese día murió. El pesimismo y la tristeza la invadieron como la mala hierba y no hubo nada que le ayudara.
Y la tercera, es el perdón y la bendición. No puedo odiar a los médicos, ni al sistema absurdo y capitalista, porque sería odiarme a mi misma. Más bien los perdono y los bendigo, pidiéndole al universo que riegue con amor sus corazones y se conviertan en instrumentos de Dios.
Con la partida de mi madre a otro plano, he empezado una nueva relación. Ella sigue conmigo, le hablo y siento su presencia, eso no significa que no la deje descansar ni que no la quiera soltar, al contrario, al recordarla con amor y demostrarle que sus semillas seguirán dando frutos, es cuando descansará más. En mi meditación en las noches, la veo en mi lugar sagrado, sentada a la orilla de un lago, mirando el horizonte, al lado le acompañan mis abuelos, felices de tenerla.
Mi madre me invita a sumergirme en ese lago sanador que es Dios mismo y me dice que ahora por fin puede ver con el corazón y entender los propósitos de nuestra estadía en la tierra, una estadía efímera en donde el amor es el salvador.
Mamita… Lo siento, perdóname, TE AMO, gracias….

Lapuente Sugiere, un blog divulgativo sobre Un Curso De Milagros y Nueva Conciencia, colaborador de Univergia.